martes, 23 de noviembre de 2010

De todo un poco

Por: Belén Aimo

Glitter Words
















Discutían tres tipos sobre sus antepasados, el primero decía:
En mi terreno cavaron 1.000 metros hacia abajo, y encontraron cables de telégrafo, por lo que llegamos a concluir que mis antepasados hace 1.000 años tenían telégrafo.
Ahhh, dicen los amigos.
Eso no es nada, dice uno de ellos, en mi terreno cavaron 1.500 metros y encontraron cables telefónicos y concluimos que mis antepasados hace 1.000 años, ya tenían teléfono.
Ahhhh, exclamaron los amigos.
El último como no tenía nada que decir, exclamó:
En mi terreno cavamos 2.000 metros y no encontramos nada.
¿Y a qué conclusión llegaron?, exclamaron los amigos.
Y él respondió:
Que hace 1.000 años mis antepasados ya tenían teléfonos móviles



Glitter Words






















Un empleado al saber la noticia de que su patrón había muerto en un accidente en el trabajo, pregunta a sus compañeros quién le daría la triste noticia a su esposa. Al preguntarles, les indica que tienen que ser cuidadosos y sensibles al comunicar la mala nueva. Pepo, quien era graduado de sicología, se ofreció y rápidamente procedió a llamar a la esposa de su patrón:
Ring, ring, ring...
¿Bueno?
Hola, ¿se encuentra la señora Martínez?
Sí, ella le habla.
¡Usted acaba de ganarse 2 millones de dólares!
¡Cómo! ¿Pero cómo así?
Al convertirse hoy en viuda, la compañía de seguros de su difunto marido, acaba de recibir la autorización para emitir el pago.
¡No! ¡Dios mío!
¡Sí señora! ¡Ni yo mismo lo creo!
Glitter Words
























Era una mujer que tenía muchos hijos y todos llevaban el mismo nombre.
La madre va a sacarle el pasaporte a todos ellos, y el joven que los atiende le pregunta:
¿Cómo se llaman sus hijos?
Y ella le dice:
Todos se llaman Bernardo.
El joven asombrado le pregunta:
Señora, cómo hace usted, por ejemplo cuando los llama a comer.
Ella dice:
Sólo digo Bernardo y todos vienen.
El joven sigue preguntando:
¿Y cuándo quiere que se vayan a dormir?
La señora responde:
Llamo a uno y todos vienen.
El joven vuelve a preguntar:
¿Y cuándo quiere hablar con uno en especial qué hace?
La señora responde:
¡Entonces le hablo por su apellido! 




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